Alas de angel-ANTASHA parte 1: RECLUTAMIENTO

RECLUTAMIENTO.

-… es así como siempre ha funcionado...

Silencio, el tiempo se ha congelado para que los espectadores de esta obra contemplen el resurgimiento de un ángel.

-… para reclutar a los que nos sirvan, debemos convencerlos…

Lo que hace unas horas era un ser mortal, perdió la batalla de la vida. Escurre entre sus dedos las sensaciones por las cuales sabía que era un ser vivo.

-… o ayudarlos para que puedan ver… la luz que representamos…

Si el sentir de tu cuerpo se van apagando, como se consumen los colores a tu alrededor, en tu memoria el único olor que queda guardado es el de la sangre que ha opacado al resto y los sonidos… habrás escuchado las últimas palabras que se han dirigido a tu persona antes de caer en el vacío.

-Así que ven. Regresa a la luz, no tienes que esconderte más. Ángel que has sido olvidada muestra la belleza de tus alas… ¡Por orden del cielo, despierta…!

En ese momento, el sonido metálico de las armas quedó en pausa. Los guerreros pasaron de ser los protagonistas de la batalla a ser los espectadores, de un lado estaban los mensajeros del cielo quienes tenían la misión de traer a la vida a un ángel que yace dormido en su cuerpo mortal y por el otro aquellos que buscaban la verdad tras la pantalla de humo de los salvadores.

Y en el centro del escenario estaba la causa del conflicto, ella. Que en sus memorias tenía información vital que no tenía que ser recordada, convertirla en ángel… volver a poner sus armas y voluntad al servicio de la verdad, de la luz. La presentación fue impactante, bajaron de aquellas nubes bañadas de luz mostrando una singular belleza resaltada en sus alas.  Todo el acto para impresionar a quien estaba dormida y así callar para siempre la voz que amenazase al cielo; las palabras dadas por los mensajeros eran claras “unirse a la causa de salvar el mundo del mal, aquella que permaneciese dormida unirse a sus hermanos, reunirse con ellos en la gloria del cielo. Es ahí su destino”

No.

Ella había rechazado la oferta. No era más que una mortal intentando regresar a su vida cotidiana y normal, los mortales tienden a rechazar lo que es diferente y a pesar de llegar hasta ese lugar y momento con una mentalidad abierta; mostraba un evidente miedo a continuar con lo que le tenían planteado. ¿Era cierto que era ella un ángel? Había escuchado a sus acompañantes que decían ser ángeles… más su incredulidad por no creer en lo que no se ve (típico de un mortal) se hizo evidente.  ¿Eran todos los presentes seres celestiales con alas, aureola y esa aura de luz que se ven en las obras que los representan? Bueno los que iban bajando con manos abiertas como si de invitaciones hacia ella lo eran, pero los otros; sus compañeros a los que siguió hasta este sitio los que intentaron explicarle el asunto para llegar a un objetivo. Tanto los ángeles que estaban invitándola, como los “ángeles” que estaban con ella en ese momento, buscaban lo mismo: la información. Antasha, un ángel que la última vez que puso su voluntad al servicio del cielo hubo un resultado que nadie esperaría; una que llevaría a los actos finales para ejecutar a un “traidor”.

En sus últimas palabras rechazo la idea de unirse a ningún bando ni de “los buenos”, ni de “los malos”. Los ángeles no se iban a ir sin una respuesta, y menos si no era satisfactoria. Levantaron armas contra un ser indefenso, y a pesar que los acompañantes que estaban con ella eran ángeles; con diferente objetivo que sus compañeros mensajeros, decidieron tomar cartas en el asunto. Se opusieron a la ejecución de un ser inocente, pues desconocían esa parte de la naturaleza del cielo. Hasta que lo presenciaron en el momento de la pelea, un mensajero aprovecho para llamar al ángel dormido de la otra manera que podría, la muerte.

La estocada que dio fin a una vida para dar comienzo a otra, el cuerpo inerte de un mortal caía para darle paso a la divinidad de un ángel. En esos segundos mientras ambas conciencias coexisten, sin poder verse ni tocarse se da la primera conversación entre ellas.

-… agh… el dolor es insoportable, t-tú te llamas Antasha ¿verdad? Y... ¿eres un ángel como ellos? ¿e-eres amiga de ellos? p-perdona que no pueda hablar como si yo fuera tu… y lamento, lamento no poder mostrarme emocionada por saber que tengo… si es que tengo, un origen celestial. Sobre todo ahora, ugh que frío… si te soy sincera la muerte. Mi propia muerte. Nunca me la imaginé, así de so… s-solitaria… mi familia me olvidara ¿no? Eso dijo el ángel “que desaparezca la mortalidad de las memorias y el tiempo” ¿Q-quiere decir que… para ellos no existí? Tú, Antasha tomaras mi lugar, ya nadie dirá “Ann”… ¿Te puedo pedir un favor? No quiero desaparecer sin que… se note, por favor ve con…

El latido de un viejo corazón le dio paso a un nuevo corazón. Destellos de luz surgieron del abismo que simbolizaba el cambio, los espectadores reconocieron el cambio. Alababan los mensajeros, alzaban sus voces para darle la bienvenida a un nuevo miembro de su familia celestial.

Las alas blancas que se habían extendido para elevar un cuerpo herido, llegaron suavemente al suelo y desaparecieron. Silencio. El brillo azul delataba que ya no era la mortal que despertó ese día; se sentía en el ambiente un frío por la tristeza, pues la pérdida de una vida aun siendo para llegar a tales fines, siempre se sentía la pesadez en el ambiente mientras el alma se desprendía del cuerpo esperando la llegada de Muerte. Pero esto era diferente, ella se puso de pie en medio del escenario  y antes que los mensajeros pudiesen  dar su plática de bienvenida, ella mando a callar todas las ideas que surgieron por su aparición.

¿Era necesario acabar con una vida?

-Yo, no volveré a poner mi voluntad a favor de nadie que acabe la vida de un inocente.

Fueron las últimas palabras que di antes de irme de ese lugar, los mensajeros se habrán ido frustrados del lugar esperando a que mi mente se aclare. A fin de cuentas el ser reclutado mediante la muerte no es algo muy agradable… o eso creía hasta escuchar la voz de ella. Estoy tan segura como los mensajeros de que yo, Antasha fui reencarnada en mortal. No sabría decir por que llegue a tener el destino de los castigados, habré obrado mal en alguna misión, haciendo lo indebido para el cielo. O todo es por esa información… antes de que ella muriese, cuando el filo del metal desgarro su carne parte de sus recuerdos más recientes llegaron a unirse a los míos. Que información pudiese tener, realmente pude o puedo contener información para que el cielo se viera en esa cruel decisión.

Por lo que me dijeron, los otros “ángeles”… Ann tenía de manera inconsciente información sobre el orden de algunas cosas. Como siempre la información es un peligro de quien la sepa, quizá pensó que diciéndosela a ellos podría ayudarlos a buscar el porqué de las cosas. Me gustaría buscar en esa información también, solo que a diferencia de ellos que buscan resolver el orden de las cosas, quisiera ayudarla.

Entre mis debates mentales de que hacer, termine frente a una puerta. ¿Será que su cuerpo puede avanzar de alguna forma, recordando el camino que ella hubiese recorrido tantas veces? Estoy segura de no prestar mucha atención a donde iba, aunque sentía que recorrí estos lugares antes, cada vuelta en las esquinas eran tan vividas como si lo hubiera hecho siempre. Debí quedarme quieta frente a la puerta un rato indefinido, hasta sentir en el cuerpo una pesadez, la ropa que traía puesta estaba húmeda; había llovido mientras caminaba hasta mi destino. El olor de la sangre se había vuelto tenue y era reemplazado por el de la lluvia. Supongo que sentir un cuerpo cansado, me confirma lo que pensaba; el poder volver a verla.

…aunque sea una mentira, podrías hacerles creer que sigo viva… que “Ann” vive...

Y entre en la casa, solo di un paso para adentrarme en la morada. No me moví mientras sentía el agua recorrer mi cuerpo… prestado, seguramente me hubiera quedado en ese lugar, hasta que escuche una voz. Tarde un rato en reaccionar para ubicar el origen de la voz. Al ver a esa persona que me saludaba de manera cortes, haciendo referencia a lo empapada que estaba y que por precaución a mi salud debería hacer un cambio en mi ropa a una menos húmeda. Su amabilidad me hizo comprender lo que ella quería, no era existir solo por no querer desaparecer, tenía tanto que retribuirle a los que como esta persona habían hecho tanto por ella…

Aunque tu deseo fuera mantener una mentira, lamento decirte que no podré cumplirla del todo. Mantendré a Ann viva físicamente para su familia y conocidos, pero también buscare a Ann el alma para devolverla a su cuerpo. Así que lo tengo decidido, él será el confidente de esta tragedia, Ann podrás perdonarme que le cuente…